domingo, 17 de enero de 2010

A.I. y el control mental


La película fue dirigida por Steven Spielberg ya que, aunque el proyecto fue iniciado por Stanley Kubrick, éste murió sin acabar el guión. Está basada en el relato “Los superjuguetes duran todo el verano” de Brian Aldiss.

Trata sobre un matrimonio cuyo hijo está en coma permanente y a los cuales les proponen adoptar un nuevo modelo de robot con forma de niño que se crea buscando el sustituir a los hijos ya que, en el futuro, por problemas como la superpoblación, se tendrá que restringir el número de hijos. Ese robot protagonista de la película, David, es el primer prototipo del nuevo modelo, el cual emprende un viaje en busca del Hada Azul para encontrar respuestas.

No recordaba que la película era tan triste y poco esperanzadora en cuanto al futuro humano. De los dos futuros que se presentan, el más próximo presenta avances tecnológicos que, o bien ya se están investigando, o bien se espera que se vayan a desarrollar. En cierto modo me recordó a Blade Runner, sobretodo la Ciudad Roja, la ciudad que recuerda a una futurista Las Vegas y a la cual David y el Mecha Gigoló Joe acuden después de la “Feria de la Carne” (un espectáculo en el cuál destruyen a los Mecha que se han escapado del control humano).

Hasta el final de la película no apareció nada que me resultase “extraño”: el desenlace con los extraterrestres, en el cual muestran sus capacidades parapsicológicas y para resucitar personas durante un día a través de su ADN. Respecto a esto, lo primero que me chocó es que, investigando sobre ellos, en una entrevista el propio Spielberg afirmó que no eran extraterrestres, sino Super-mecha que terminaron reemplazando a los humanos 2000 años después de que David fuera creado.

En cuanto a sus capacidades pquinéticas, esto es una clase de imposibilidad que Michio Kaku llamaría de clase I: aspectos que hoy nos parecen imposibles, pero que no violan las leyes de la física. En principio nada podría hacernos pensar que dentro de miles de años los avances tecnológicos no habrán llegado a ese punto. Es más, actualmente no estamos tan lejos: entre lo más avanzado que se ha logrado en control mental se encuentra Braingate, una técnica destinada a ayudar a las personas con daños en la médula espinal y que consiste en la implantación de un chip de 4 milímetros de lado sobre la parte del cerebro donde se coordina la actividad motora. Este chip capta los impulsos eléctricos del cerebro del paciente y, a través de cables de oro, la señal llega a un ordenador que se encarga de interpretar dichos impulsos como acciones. Los pacientes que lo han usado describen su empleo como una visualización mental del gesto que deben hacer. En el siguiente video se explica su funcionamiento y muestra parte del entrenamiento que siguen los pacientes para usarlo:

Respecto a los propios Mecha, hay primero que precisar que robótica no es equivalente a inteligencia artificial: la primera abarca una amplia gama de dispositivos con diversas cualidades físicas y funcionales asociada a una estructura mecánica; la segunda se encarga de construir procesos que al ser ejecutados sobre la arquitectura física diseñada por la robótica producen acciones o resultados basados en la secuencia de entradas percibidas y en el conocimiento almacenado en la estructura.

Así pues, dentro de todos los tipos que hay de robots inteligentes, los Mecha son androides (reproducen total o parcialmente la forma y el comportamiento del ser humano). De las características de los agentes inteligentes, me baso en las secuencias de la película entre paréntesis para describirlos:

-Los Mecha por un lado, ejecutan en determinadas situaciones una respuesta predeterminada por cada entrada que, digamos, sustituyen parte de los actos reflejos en seres vivos (Gigoló Joe tiene en la memoria un programa para reproducir distintas situaciones para seducir mujeres).

-Han de tener redes neuronales artificiales que equivalen al funcionamiento físico del cerebro humano (a lo largo de toda la película muestran respuestas a estímulos en tiempo real y, se ve que almacenan la información de forma redundante, porque en La Feria de la Carne aparecen Mecha dañados pero que aún responden de manera aceptable, como por ejemplo la niñera).

-Aprenden y mejoran a través de la interacción con lo que los rodea (Gigoló Joe aprende a huir de la policía y diserta sobre el comportamiento humano; David aprende a reírse, a preparar café, a jugar al escondite…).

-Excepto tal vez el pelo, los materiales de los que están hechos no son biológicos. Me refiero a que, cuando abren a David, pueden verse circuitos, no órganos humanos artificiales como se ven, por ejemplo, en El Hombre Bicentenario.

Al principio de la película mencionan que David contiene 100 Km de fibra óptica. En tecnología de la información denominan actualmente a la inteligencia artificial como “Quinta Generación”, y en efecto, en los logros que han obtenido, emplean la fibra óptica como sensor y material para transmitir información. La fibra óptica se puede emplear como sensor para medir tensiones, temperatura y presión, entre otros parámetros, y además permite gran independencia de acciones (una sola fibra de un milésima de milímetro permite transmitir entre 30.000 y 40.000 conversaciones telefónicas sin distorsiones), de ahí que resulte ideal.


Ya por último, hablemos del único inconveniente que encontré en la película: cuando David se tira desde el edificio, cae al agua, intacto. Puesto que, en cierto momento, padre adoptivo de David lo sacude y la madre dice “Ten cuidado, lo vas a romper”, me hace preguntarme si la fuerza de impacto contra el agua no sería entonces mayor que la que pudiera ejercer el padre..

En el siguiente video se muestra la escena de caída al agua. Por si no habéis visto la película y queréis hacerlo, os aconsejo que vayáis directamente al minuto 7:20:

David está cayendo nada menos que 9 segundos. En el video se aprecia que se deja caer, así que la distancia que recorrerá será:



La velocidad cuando llega a la superficie del agua es de:


La velocidad, como vemos, no es para nada insignificante. La fuerza de impacto (el peso de David es de 60 libras, lo que equivale a 27 kg más o menos) es, entonces:


Puesto que David cae de pie, no sería lógico esperar que se destruyera completamente, ya que al caer con los pies se concentra la fuerza del impacto en un área pequeña (En kilos por cm2). Ya vimos en el post del ataque de la mujer de 50 pies que las constantes de compresión son lo que influyen en este aspecto. Si suponemos (dado que es tan ligero), que está hecho de materiales como aleaciones de aluminio, por ejemplo, dicha fuerza no llegaría a romperle las piernas, pero la goma que le recubre las manos tal vez sí (constante: 70kg/cm2).


Irónicamente, después de hacer todo el post, lo que más se me ha quedado grabado es que no eran extraterrestres, sino super-mecha. La verdad es que Spielberg pudo haberlo dicho en la película. 2000 años después, los mecha hicieron “humanos artificiales”; vaya ironía.


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